Contratar servicios funerarios es uno de los trámites más duros a los que puede enfrentarse una persona. A ello, en ocasiones, se suma el desconocimiento de los derechos y las posibilidades por parte de quien debe ocuparse de solucionar el asunto cuando muere un ser querido. Tanto si el fallecido contaba con un seguro de decesos como si no, estas son algunas de las cuestiones que conviene conocer para hacer la mejor elección.
Lo que debes saber antes de contratar un tanatorio
Si ya se tiene contratado ese seguro, lo más habitual es que los familiares llamen a la compañía aseguradora para que esta gestione todo lo necesario para el velatorio y el sepelio. Por lo general, estas empresas suelen mantener convenios con distintas compañías funerarias, por lo que ofrecerán a su cliente la posibilidad de contratar los servicios de un determinado tanatorio. Sin embargo, pocas personas saben que las aseguradoras nunca pueden imponer una opción determinada: el cliente siempre tiene derecho a elegir la funeraria que más se ajuste a sus necesidades, bien por cercanía, por precio (en todas se puede solicitar un presupuesto sin compromiso) o por los servicios que ofrezca. Por ello, si el cliente desea contratar una funeraria determinada, siempre puede indicar a su compañía de seguros que se ponga en contacto con aquella empresa que desea que le preste el servicio.
Otra posibilidad, llegado el momento, es ponerse en contacto con la funeraria para que sea su equipo quien llame a la compañía de seguros y realice todos los trámites. La mayoría de las empresas funerarias ofrecen la gestión integral de todos los servicios necesarios (salas de velatorio, flores, ‘catering’, gestión del entierro y de las ceremonias de despedida, traslados, entierro, cremación o, incluso, ‘apps’ para honrar la memoria del difunto), por lo que, si los allegados ya tienen claro, llegado el momento, qué funeraria desean contratar, solo deberán hacer una llamada y su personal se encargará de todo, incluidas las gestiones con la compañía de seguros. «El precio que ofrezcan las funerarias será el mismo, tanto si existe un seguro de decesos como si no, por lo que la gestión directa por parte de las empresas que prestarán el servicio no supondrá ningún coste adicional para la familia», explica Esteban Fernández, gerente de Tanatorio Funeraria de Rivas.
Por el contrario, si no se cuenta con un seguro de decesos, lo más recomendable es contactar directamente con varias compañías funerarias que, a priori, puedan ‘encajar’ por su cercanía o servicios para comparar presupuestos sin compromiso. «Incluso hay familias que, cuando saben que una persona está a punto de fallecer, llaman con antelación para ir comparando las distintas opciones. De esta forma, cuando se produce el óbito, ya solo tienen que hacer una llamada y nosotros nos encargamos de todo», concluye Fernández.
